El amor solo puede existir en Libertad. Nadie es indispensable para nuestra felicidad, porque nada es permanente, la seguridad es una falacia y lo único que puede dar sentido a nuestra vida somos nosotros mismos. Los vínculos siempre son necesarios, pero desde la autonomía y nunca desde la dependencia. Los apegos mal enfocados corrompen y solo conducen al sufrimiento y al empobrecimiento del alma. Cuando detectamos que es así, hay que ponerse manos a la obra y empezar a reeducar los sentimientos para dejar de comportarnos como analfabetos emocionales. No es tarea fácil y son procesos y procesiones de los que nadie está libre… Pero cuando uno aprender a prescindir de algo o de alguien está con un pie en la liberación…porque, a partir de ahí, no hay nada que te condicione… abandonas la miopía y te sientes verdaderamente libre para elegir aquello que es bueno para ti mientras destierras lo ínútil, lo estúpido, lo peligroso y nocivo para nuestra salud y bienestar… Hay dos palabras a las que jamás debemos dar la espalda: Dignidad y Libertad, cuando las aprendes, no permitirás que nada ni nadie te impida estar dónde quieres estar o volar hacia dónde quieras ir..
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Sobre la autora
Rosalba Díaz
Me apasiona la vida y creo que ya solo el hecho de poder respirar es un auténtico privilegio. Me gusta la gente, sobre todo las mujeres y los hombres que son capaces de ponerse en la piel del otro, de conectar y tender puentes. Creo que se puede hacer magia con las palabras y con el amor. El Ser Humano es simplemente extraordinario y cuando hace de su camino la Esperanza y no le da tregua al desaliento, ni refugio al pesimismo, sus palabras pueden convertirse en vitaminas para su propia alma y la de los otros...
Soy periodista y disfruto muchísimo con mi trabajo porque procuro ponerle corazón a todo lo que hago. Me siento comprometida y entiendo mi profesión y el lugar desde dónde la ejerzo como una oportunidad para ayudar a otros a salir adelante.
Me declaro feminista y aliada incondicional de mi género. Es obvio que desde que Eva mordió la manzana y la culparon de apartar a toda la humanidad del Paraíso, la historia ha sido escrita, narrada y protagonizada por Hombres. Pero esta realidad está cambiando, tiene que cambiar. Antes de ayer fueron nuestras abuelas, ayer nuestras madres, hoy nosotras y mañana serán nuestras hijas… Estoy firmemente convencida de que algún día las mujeres seremos las "dueñas" del Universo junto a todos los hombres que conjuguen el verbo compartir y promuevan con nosotras la igualdad y la justicia. Otro mundo es posible.
Hago apología del optimismo y cuando el desaliento quiere colarse por alguna ranura, no dudo en boicotearle con todas mis ganas. Del pozo de la amargura jamás podrá salir agua dulce.
Me apasiona viajar y descubrir todos esos paisajes humanos que me hacen vibrar y sentirme comprometida con la tierra que piso. Mi sueño sería dar la vuelta al mundo, pero no tengo valor, ni dinero suficiente para hacerlo. Pero sé que el mundo está ahí, esperándome y yo estoy impaciente por ir a buscarlo.
Otra de mis aficiones es el senderismo. Formo parte de Monsecca, (Montañeros, Senderistas y Caminantes de Canarias) y con ellos he descubierto que si hay una forma privilegiada de conocer un paisaje y de vibrar con la naturaleza que nos rodea es acercarnos a ella, y eso solo se hace a pie, pateando y desgastando suelas.
Confieso que hay momentos en mi vida en los que me gustaría volar tan lejos que el infinito sería una callejuela cercana... Sin embargo, reconozco que después me aferro con las dos manos a la tierra porque no quiero perderme ni un solo latido de aquellos que comparten las luces y sombras de este mundo conmigo. Soy la mayor de nueve hermanos encantadores, hijos de Pilar y de Antonio. Mi auténtica pasión, el gran amor de mi vida es mi hija Rosalba.