
Cada vez tengo más claro que la vida consiste en vivir aquí y ahora, y no antes ni después; en no dejarnos hipotecar por el ayer ni aventurar el mañana. Sin embargo, hay fechas que al mismo tiempo que nos invitan a mirar de reojo los días que ya no volverán, también nos seducen para que nos preñemos de deseos con los que ir perfilando el futuro. Y es que Diciembre trata de huir siempre de las soledades… Unos días, pasea de la mano de la nostalgia, de esa tristeza vaga y sosegada por lo que fue y ya no es o por los que estuvieron y ya no están…Y otros, se deja acompañar por la ilusión de poder planear nuevas metas, de alcanzar sueños… Con uno y otro pretendiente, -la nostalgia y la ilusión- Diciembre, como cualquier otro de los doce meses del año, nos invita a disfrutar de cada momento que la vida nos regala y por qué no a pensar también que lo mejor está todavía por llegar…
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Sobre la autora
Rosalba Díaz
Me apasiona la vida y creo que ya solo el hecho de poder respirar es un auténtico privilegio. Me gusta la gente, sobre todo las mujeres y los hombres que son capaces de ponerse en la piel del otro, de conectar y tender puentes. Creo que se puede hacer magia con las palabras y con el amor. El Ser Humano es simplemente extraordinario y cuando hace de su camino la Esperanza y no le da tregua al desaliento, ni refugio al pesimismo, sus palabras pueden convertirse en vitaminas para su propia alma y la de los otros...
Soy periodista y disfruto muchísimo con mi trabajo porque procuro ponerle corazón a todo lo que hago. Me siento comprometida y entiendo mi profesión y el lugar desde dónde la ejerzo como una oportunidad para ayudar a otros a salir adelante.
Me declaro feminista y aliada incondicional de mi género. Es obvio que desde que Eva mordió la manzana y la culparon de apartar a toda la humanidad del Paraíso, la historia ha sido escrita, narrada y protagonizada por Hombres. Pero esta realidad está cambiando, tiene que cambiar. Antes de ayer fueron nuestras abuelas, ayer nuestras madres, hoy nosotras y mañana serán nuestras hijas… Estoy firmemente convencida de que algún día las mujeres seremos las "dueñas" del Universo junto a todos los hombres que conjuguen el verbo compartir y promuevan con nosotras la igualdad y la justicia. Otro mundo es posible.
Hago apología del optimismo y cuando el desaliento quiere colarse por alguna ranura, no dudo en boicotearle con todas mis ganas. Del pozo de la amargura jamás podrá salir agua dulce.
Me apasiona viajar y descubrir todos esos paisajes humanos que me hacen vibrar y sentirme comprometida con la tierra que piso. Mi sueño sería dar la vuelta al mundo, pero no tengo valor, ni dinero suficiente para hacerlo. Pero sé que el mundo está ahí, esperándome y yo estoy impaciente por ir a buscarlo.
Otra de mis aficiones es el senderismo. Formo parte de Monsecca, (Montañeros, Senderistas y Caminantes de Canarias) y con ellos he descubierto que si hay una forma privilegiada de conocer un paisaje y de vibrar con la naturaleza que nos rodea es acercarnos a ella, y eso solo se hace a pie, pateando y desgastando suelas.
Confieso que hay momentos en mi vida en los que me gustaría volar tan lejos que el infinito sería una callejuela cercana... Sin embargo, reconozco que después me aferro con las dos manos a la tierra porque no quiero perderme ni un solo latido de aquellos que comparten las luces y sombras de este mundo conmigo. Soy la mayor de nueve hermanos encantadores, hijos de Pilar y de Antonio. Mi auténtica pasión, el gran amor de mi vida es mi hija Rosalba.