África es para sentirla

africa 3nHe tenido la gran fortuna de conocer países como Senegal, Gambia, Mauritania, Ghana o Cabo Verde y en cada uno de ellos me he sentido más humana, más apegada a la tierra y a su naturaleza. No quiero entrar en si los canarios vivimos de espaldas, de lado o de frente hacia un continente cuya orilla más cercana está a apenas 95 kilómetros. Creo que el futuro está en África y es de África, aunque la miopía de lo prioritario o lo urgente impida que nos demos cuenta de ello. Hoy quiero mirar a África desde la nostalgia, porque muchas veces echo de menos volver a esta tierra, cuyo nombre significa, “cálida”, “expuesta al sol”…

La primera vez que pise suelo africano fue hace trece años y, desde el primer momento tuve claro que África es para sentirla, para abrir de par en par las puertas de los sentidos. Este continente está poblado de paisajes humanos, de artesanas obras, de olores profundos, de ancestrales y mágicos sonidos…

Como dice la periodista Lola Huete Machado ” desde Europa nos hemos acostumbrado a simplificar la realidad de África hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas…”

 

Recuerdo, especialmente, mis viajes a Senegal, el país de la Teranga, que significa la tierra de la hospitalidad y la cercanía de la gente. Y así es la acogida de los senegaleses, siempre sonrientes y con el alma abierta a la esperanza, Su filosofía es la del “Dina baax”, que significa en su lengua wolof “mañana será mejor que hoy” y uno de sus símbolos, el baobab, que es el árbol sagrado de la Vida.

Video realizado por Alfredo León

SAWABONA es un saludo usado en el Sur de África que significa “Yo te respeto, yo te valoro y tú eres importante para mi” mientras el otro responde “SHIKOBA”, que quiere decir “entonces yo existo para ti”.

Quien se acerca al continente negro a través de este país, puede descubrir cómo, sin querer, asiste a una revelación de sentimientos y sensaciones. Una revolución de percepciones que nos lleva a cuestionar “lo de aquí y lo de allá”, lo del compromiso y la libertad, lo de estar en el camino y lo del desarrollo. Crisis, what crisis?, dirían ellos con la mirada perdida en el horizonte de la Isla de Goreé. “Nosotros tenemos el tiempo y ustedes el reloj”…

africa goréUn tiempo que, allí en la emblemática Goreé, la Isla de Los Esclavos, ha dejado su huella, una sombra de mezquindad que se derrama sobre las conciencias de quienes hemos ido a visitar la Casa de los Esclavos. Recuerdo que allí nos atendió Jo Mbaye, abuelo de mi amiga Margarita y guardián de esta casa de los horrores.. Treinta millones de hombres, mujeres y niños salieron de estas tierras para nunca volver con destino a las plantaciones del continente americano o del Caribe. Un viaje sin retorno con el que se enriquecían los mercaderes blancos que traficaban con carne. ¡Qué miserias humanas! La historia nunca hay que olvidarla.

Mirando estas fotos, recuerdo también la visita a los poblados del interior de Senegal, en la región de Thiés y de Kaolack, donde muchas ONG de Canarias han contribuido a mejorar las condiciones de vida. Especialmente me viene a la memoria el orgullo con el que me mostraban sus huertos y un famélico ganado. Su insistente invitación para que me sentara en el suelo con ellos y comiera el arroz con verduras que habían depositado en un enorme barreño. Los cubiertos eran nuestras manos. El poblado es una gran familia llena de compromiso común y de solidaridad…

Tantas sensaciones y recuerdos. África es para sentirla. Volveré, estoy segura, y lo haré con mi hija Rosalba porque quiero que viva y sienta un continente que, sin duda, es la cuna de la humanidad. Mamá África

 

 

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